jueves, 6 de octubre de 2011

Magdalenas de Nata

Esta receta me la pasó mi amigo Ulpi que le salen unas magdalenas riquísimas!!.
Yo, como siempre, tengo esa habilidad de estropear cada postre que toco..., pero de verdad, si vosotros tenéis buena mano en los postres, seguid esta receta porque están muy buenas!!.

Haciendo estas magdalenas, he sufrido el auténtico fracaso que os voy a mostrar ya que no todo en esta vida son éxitos, ¿no?. Según dicen se aprende de los fracasos.... aunque lo mío con los postres no es aprender, es que debo tener un gen raro que no me permite tener la maña necesaria.

Para los ingredientes no voy a indicar cantidades ya que Ulpi recomienda tomar como medida de referencia el tamaño de los huevos, así que al final, lo mejor es tener una tacita que más o menos haga el volumen del huevo, tal como Ulpi me mostró en esta foto:



Ingredientes:
  • Nata líquida
  • Huevos
  • Harina
  • Azúcar
  • Levadura
Para cada huevo una ración de nata, otra de azúcar y 2 de harina.
Un sobrecito de levadura Royal por cada 3 huevos.

Preparación:

Se ponen todos los ingredientes, yo los batí con la Thermomix (¡qué gran invento es para estas cosas!), pero si no dispones de un robot de cocina, cito textualmente las explicaciones de Ulpi: "cuando te empiecen a dar agujetas y/o calambres en el brazo deja de remover; la masa debería ser blandita y 'chof', pero no líquida, un poquitín menos 'chof' que la miel para hacerse una idea. Si no, se le echa un poquito más de harina. Y con eso, al horno hasta que estén ñam-ñam". Yo las puse a 180º unos 30 minutos.

Aquí vemos mi resultado fracaso, también llamadas "sombreritos":

Sombrerito boca abajo:

Sombrerito boca arriba:


Tampoco tiene que ser en formato magdalenas, dependiendo de lo vagos que estemos lo hacemos en bizcocho. Pero para que quede bien en bizcocho, la capa de masa sobre el molde debería ser más bien fina, como de unos 2 cm como mucho, porque si no, no se harían bien por dentro.

Y bueno, una que me quedó un poco mejor, pero se ve que no se me hizo bien por dentro:


Si es que... si mi fracaso con los postres no es por una cosa, es por otra..., siempre la cago.

Pero bueno, a pesar de este aspecto insisto en que están realmente deliciosas, a Ulpi le salen perfectas. También me ha traído alguna vez algunas con pepitas de chocolate dentro ¡¡mmmmmhhh!!



martes, 4 de octubre de 2011

De Vuelta de China - Parte 4

Cada vez es más duro, quisiera seguir recapitulando el viaje, pero según pasan los días cada vez me olvido más que estuve de vacaciones... ¡¡arg!! ¡me quiero ir de vacaciones!, jajaja

Durante el viaje no saqué demasiadas fotos de comidas, así que ahora me van quedando cositas sueltas.

Hoy pasamos a Lijiang, una ciudad en la provincia de Yunnan. Esta provincia está justo al ladito del Tíbet, así que ya podemos ir disfrutando de paisajes super bonitos al lado de las montañas.

Sobre Lijiang lo cierto es que no sé muy bien qué decir, ya que es una ciudad que podría haber tenido mucho encanto. Digo "podría haber tenido" porque la ciudad antigua de Lijiang está formado por un entramado de callejuelas empedradas por las que está prohibida la circulación de vehículos, con canalitos y un montón de puentecitos de piedra, las casitas están todas construídas al modo tradicional en piedra y madera, y cuando entras dentro (nuestro hostel era en una) son super bonitas y encantadoras. El problema es que los chinos tienen una costumbre un poco mala de que cada sitio con encanto, convertirlo en una especie de parque temático para el turimos (sobre todo) nacional. Es decir, que paseas por las callejuelas, todo (absolutamente todo) son tiendas de souvenirs y te parece todo un poquito artificial.



Una de las callejuelas estaba dedicada exclusivamente a chiringuitos de comida, con planchas haciendo variedad de cosas, no tanta variedad como en los restaurantes porque no tenían woks, pero así para picotear un poco estaba bien. Eso sí, ¡si conseguías hacerte paso entre la marabunta de gente!

De paseo por los chiringuitos, nos encontramos este con estas exquisiteces:



No pude probarlos, pero mi chico se zampó una de esas de larvas (las marrones), confieso que lo intenté, pero según acercaba el palito a mi cara no pude... .
Por otro lado también tengo que confesar lo que vi. Cuando los europeos vamos a Asia y vemos estas cosas nos sorprendemos, le sacamos fotos e incluso algún atrevido lo prueba. Pero allí, donde el 95% del turismo era chino, la gente estaba exactamente igual: sorprendido, hacían muecas de asco, sacaban fotos, etc., pero nadie las probaba... . Yo le decía a mi pareja que estaban de adorno, que no sé por qué él las quería comer ¡si ni si quiera los chinos las comían! A saber cuánto tiempo llevaban allí..., porque estaban todos así resecos, excepto esa especie de panal que se ve al fondo que las tenía vivas, pero yo creo que eran de adorno.

Mi chico además de esta brocheta, días más tarde, en Beijing, se zampó una brocheta de escorpión, serpiente (eso lo probé, me sabía a merluza) y una estrella de mar (también lo probé, me supo a una especie de corteza reseca y aceitosa, con esa sensación de algo refrito después de días).


Siguiendo por la provincia de Yunnan, fuimos a otra ciudad que se llamaba Dali, esta ciudad nos gustó más, porque a pesar de conservar menos de esa ciudad antigua y tradicional, era más auténtica, no estaba tan explotada para el turismo chino, sino que estaba más llena de mochileros occidentales, entonces la ciudad se ha desarrollado de otra forma menos "artificial". 
La ciudad está situada al lado de un lago enorme, que tristemente no pudimos divisar bien ningún día porque durante los 20 días que estuvimos en China hubo una extraña neblina que no levantó.

Pero bueno, eso no quitó para que uno de los días hiciéramos una excursión por algunos puntos alrededor del lago, y llegamos a una de las cosas que a mí más me gustan en los viajes: los mercados.


Este mercado es en un pueblecito llamado Wase, el pueblo no tiene mucho en sí, pero el mercado tiene un montón de ambiente y color. Se hace sólo 2 días a la semana, así que tuvimos suerte.

Bueno, y por ahora no voy a contar más, que me está quedando una entrada un poco espesa!!.


domingo, 2 de octubre de 2011

Spanakopita: Empanadillas Griegas de Espinacas

Qué mejor para empezar el mes que recuperando una de esas recetas antiguas que tenía publicadas en el otro blog y que poco a poco tengo que ir republicando.

Estas empanadillas están espectaculares, sobre todo que a mí me encanta el toque que da el queso feta. También, cuando hice esta receta, fue la primera vez que utilicé la pasta Filo..., ¡la cual me pareció super complicada! no paraba de rompérseme, pero con paciencia, salieron bien, y con la práctica las otras veces que las hice, mejor todavía.

Para 8 emanadillas

Ingredientes

  • 250 gr de espinacas al natural
  • 1 puerro
  • 150 gr de queso feta
  • 1 huevo
  • 4 láminas de pasta filo (phyllo)
  • aceite de oliva
  • sal
Spanakopita: Empanadas Griegas de Espinacas


Preparación

Picar el puerro y pochar en una sartén, cuando esté prácticamente preparado, añadid las espinacas, salad al gusto y dejad cocinar hasta que se haya evaporado todo el agua.

Una vez cocinadas las verduras, retirar y dejar enfriar. Mientras, en un bol, batir el huevo y añadir el queso feta desmigado, añadir también las espinacas y puerros ya preparados. Mezclar bien.

A continuación vamos a hacer las empanadillas con la pasta filo, éstas láminas hay que manipularlas con mucho cuidado ya que se rompen fácilmente. También hay que añadir que esta pasta se seca rápidamente, por lo que las láminas que no estén siendo usadas, es recomendable dejarlas cubiertas con un paño húmedo.

Spanakopita: Empanada Griega de Espinacas

Entonces, vamos a realizar las empanadillas con 2 capas de pasta, así que en una superficie extendemos una de las láminas, y con un pincel de cocina, la barnizamos la parte superior con aceite de oliva, después, ponemos otra lámina justo encima, la cual también vamos a barnizar por arriba con el aceite.

Cortamos la pasta en horizontal en 4 tiras, ponemos un poco de la mezcla de verduras, huevo y queso, doblamos en triángulo que iremos dando vueltas en triángulo hasta que finalicemos toda la tira. Una vez hecha la empanadilla, la barnizamos de nuevo con aceite de oliva. Repetir el proceso con el resto de tiras.

Precalentad el horno a unos 220º , introducid las empanadillas durante unos 10 -15 minutos, o por lo menos hasta que las empanadillas estén doradas por los dos lados.
Spanakopita: Empanada Griega de Espinacas

jueves, 29 de septiembre de 2011

Sorbete de naranja





Uoooh!! Dos postres seguidos!!! esto es todo un record para mí, y como siempre he dicho, no porque no me gusten, sino porque los postres se me dan fatal!! jajaja. De todos modos aprovecho que el frío aún no ha llegado para tomarnos este rico batido de naranja :)

Ingredientes: (Para 2 personas)

  • 1 o 2 naranjas
  • 3 yogures naturales (y sin azúcar, claro)
  • 3 cucharadas de leche en polvo
  • 2 cucharadas de azúcar
  • 1/2 cucharada de rayadura de naranja
  • 2 cucharadas de zumo de naranja
  • 1 clara de huevo


Preparación:

Pelar las naranjas y separar los gajos, quitad toda la parte blanca que podáis, incluso la pielecilla que queda en los gajos ya que esa parte amarga. Lo de 1 o 2 naranjas depende de cuánta queráis, yo le he puesto 1 y media.

Poned los gajos en 2 copas de postre, y metedlas en el frigorífico.

Mezclar los yogures junto con la leche en polvo, el azúcar, la rayadura de naranja y el zumo. Ponerlo en el frigorífico durante 1 hora.



Mientras, batid la clara de huevo a punto de nieve.

Una vez pasada la hora echa la mezcla sobre la clara, remover un poco para mezclar, pero no mucho porque las claras se bajan.

Sacar las copas con los gajos del frigorífico y verted el batido en ellas. Espera 1-2 minutos a que se enfríe el batido antes de consumir.

martes, 27 de septiembre de 2011

Directo de la Huerta 3

Quizás esta entrada os parezca un poco tonta, pero bueno... jajaja.

Solemos ir a comprar las frutas y verduras al Carrefour, tengo alguna frutería cerca, pero confieso que las fruterías son excesivamente caras, y alguna vez que hemos comprado, el precio no ha reflejado calidad. Me supongo yo que al final, de una forma u otra, en Madrid todos los comercios y supermercados acaban en el mismo sitio comprando sus productos... y simplemente, si una tiendecita independiente vende tan caro sin tener calidad, no quiero ni imaginarme una que realmente venda esa calidad.

Pues a lo que voy, el tema es que para mí los calabacines del supermercado tienen un tamaño "normal" ya que como llevo mucho tiempo comprando ahí, pues claro, lo que veo ahí es lo "normal".



Todo fue normal hasta que mi madre, que también tienen en su jardín en su casa de Zamora una buena huerta, me regaló un par de calabacines que resultaron ser de este otro tamaño:


Me regaló un par de ellos, pero no os podéis imaginar la cantidad de calabacines que tenía allí.

Cómo me gustaría poder tener una terraza o jardín para poder disfrutar de mi propio huerto, las diferencias con lo que compramos son inmensas, en calidad, en sabor..., quizás el tamaño sea lo menos importante, pero da la sensación de que este tipo de productos los recogen demasiado pronto para llevarlos a las tiendas (al igual que las frutas que se dice que las recogen verdes y las maduran en cámaras).

lunes, 26 de septiembre de 2011

Arroz con Acelgas

Mmmmh, no encuentro la foto que le hice a este plato..., sé que se la hice, y como estas cosas normalmente entran más por los ojos..., ¡confieso que estaba muy rico!!.

También tengo que confesar que las acelgas me las regaló mi amigo Alex de la huerta de su tío, no publiqué esta tanda de productos por que se me olvidó, ¡pero eso no quiere decir que no se lo agradezca enormemente!. ¡Cómo me cuida este chico!.

Ingredientes:
  • 400 gr de arroz
  • 300 gr de acelgas
  • 200 gr de zanahorias
  • 500 gr de patatas
  • 1 trozo de puerro
  • 2 ajos
  • 2 litros de agua
  • 50 gr de aceite
Preparación:

Picar las verduras muy muy muy finitas (las patatas también). Yo lo hice con la Thermomix, así que fue trabajo fácil.

En una cazuela, pon las verduras picadas, añade el agua y el aceite.
Calienta la cazuela hasta que empiece a hervir, y será cuando se añade el arroz. Se salpimenta.
Se baja la temperatura a fuego baj-medio y se deja cociendo unos 20 minutos.
En teoría debería quedar ligeramente caldoso.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

De vuelta de China- Parte 3

Otra de las ciudades que visitamos fue Xi'An.
Realmente no sueles ir a esta ciudad por el sitio en sí, sino por visitar los Guerreros de Terracota, que son más de 7000 figuras hechas de terracota a tamaño real enterradas en el mausoleo del primer emperador de la dinastía Qing sobre el 200 antes de Cristo.


Xi'An, como muchas otras ciudades chinas no ha conservado mucho de interés o encanto, pero eso no quita que nos vayamos de paseo por las callejuelas hasta encontrar la zona de restaurantes y allí pararnos a comer.
Habíamos leído que Xi'An está situada en una zona donde se cultiva mucho trigo, por lo cual nos podemos encontrar múltiples restaurantes exclusivamente de sopas de tallarines y empanadillas (de las cuales ya hablé en la Parte 1).

Así que paseando y paseando, vimos muchos restaurantes sin saber muy bien a cuál entrar porque, por supuesto, todos tenían TODO escrito en chino (inglés cero patatero) y nos daba un poco de miedo de meternos a uno "especialmente raro". Y acabamos entrando a este pequeño restaurante:


Era d los más llenos, y esos super perolos para sopa que se ven en la puerta nos decían que el sitio debía estar bien.

Mi chico, dificultosamente consiguió pedir "algo", al volver a la mesa creía que había pedido fideos y empanadillas, pero no estaba muy seguro..., así que nos pusimos muy contentos al ver que a nuestra mesa llegó (más o menos) lo que queríamos (yo hubiera preferido las empanadillas solas, sin sopa, con un poco de vinagre). Y estaba espectacularmente bueno.


De todos modos en ese restaurante las chicas fueron muy amables, ya que tenías que pedir, pagar y cuando tu comida estaba lista pegaban un grito y tenías que levantarte a por tu comida, a nosotros nos la trajeron amablemente a la mesa porque no sabíamos qué estaban gritando (también hay que tener en cuenta que ellos se pasan el día gritando, así que al final no sabes qué gritan, a quién o por qué).




Mientras comíamos, pudimos ver justo detrás de nosotros una habitacioncita donde había 4 mujeres haciendo empanadillas, kilos y kilos de bolas de masa las tenían ya medio hechas, así que estaban ahí todas haciendo bolitas de carne y poniéndolas en sus obleas de masa, y de vez en cuando sacaban nueva.

Para el cómo hacían los fideos es un poco difícil de explicar, pero básicamente sacaban una bola de masa como de 40 cm de largo, se la ponían en el hombro, y con una cuchilla empezaba a sacar tiras de tallarines que caían directamente al caldero (como si tocara un violín).

Pues no sé si lo he dicho ya, pero la comida estuvo espectacular, y además, este fue el sitio donde me enamoré de las empanadillas y ya no pude parar de pedirlas en todo el viaje.
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