Esta receta no es que sea una novedad, ya que en verano me alimento a base de gazpacho (qué rico, qué rico!) y todos sabemos que es más apropiada para días calurosos, pero tengo que confesar que la hice hace un par de semanas (que el tiempo no es que fuera muy bueno) porque recibimos la visita de un amigo francés al que le encanta la comida española (a quién no!). Siempre que viene nos dice: "esto de ir a un restaurante, no tener que sentarte, y no tener que pedir 2 platos y postre, me encanta!. Me encanta ir a un bar, comer lo que quiero y cuando estoy saciado parar. Vivan las tapas!"
Y bueno también hay que decir que viene bien justo ahora, que llegan estos días que empieza a acercarse el buen tiempo, y que aunque no haga un calor sofocante, el gazpacho siempre viene bien y siempre está bueno.
Pues nada, necesitaba echar un rollo un poco largo, porque como esta receta es tan simple, y como no puedo poner foto por mi problema de internet (cuando vuelva la pondré, que en casa la tengo :) ) no me iba a ocupar nada, así que, un poco de paja nunca viene mal :).
Ingredientes:
- 1200 gr tomates
- 70 gr pepino
- 150gr pimiento rojo
- 50 gr cebolla
- 1 diente de ajo
- 40 gr vinagre
- 1 chdita y media de sal
- 60 gr de aceite de oliva
- 1 taza de agua
- 3 rebanadas de pan de molde
Preparación:
Ponerlo todo en una cazuela grande y batirlo con la batidora hasta que esté todo bien homogéneo.
Tengo thermomix en casa, así que yo suelo batirlo todo ahí, también porque a mí me gusta que quede emulsionado, y por eso le echo todos los ingredientes de golpe. Pero si no quieres que emulsione, añade todos los ingredientes excepto el aceite, y éste lo pones al final en una última pasada.
Al final, hay que ir ajustando a gusto de sal, vinagre, agua..., incluso el pimiento o el pepino. Mi madre por ejemplo no le pone pepino porque no le gusta y se le indigesta e igualmente le queda super rico (tanto el gazpacho como la tortilla, la de mi madre, la mejor del mundo).
Espero que os guste.
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